El esfuerzo realizado por la Administración portuguesa para adaptarse a una economía que exige más agilidad y más competencia, ha sido notorio. Para citar algunas de las modificaciones:
- Reducción del impuesto de sociedades del 25% al 23% (previsión de una nueva reducción en 2015).
- Para las pequeñas empresas y hasta los primeros 15.000€ de beneficio se establece un impuesto del 17%.
- Creación de un régimen especial para “patent box” con una deducción del 50% sobre el tipo normal.
- Aplicación del principio de “participation-exemption” por lo que los beneficios generados por las sociedades filiales están exentos de tributación en Portugal.
- Eliminación de las retenciones fiscales a los beneficios pagados a los socios si estos están situados en un país con CDI y cláusula de información fiscal en vigor.