La Comisión Europea se prepara para promover un sistema de intereses nocionales en el contexto de su reactivación de la armonización fiscal. Concretamente, la Base Imponible Común Consolidada consistiría en un único impuesto para las empresas que operan en Europa, que sería compartido entre los Estados miembros en función de una clave de distribución a definir; dejándoles la posibilidad de competir en las tasas.

Entre las propuestas que pronto estarán sobre la mesa, hay una de especial interés para Bélgica. De hecho, la Comisión está considerando la forma de generalizar los intereses nocionales; sistema que permite a las empresas reducir su base imponible mediante la deducción de intereses ficticios basados en sus fondos propios. Un sistema que Bélgica considera suprimir, presionada, entre otros, por Europa. ¿Paradójico? No, en la medida en que el sistema nocional que sueña promover la Comisión es similar al aplicado en Italia, y más resistente al abuso que el régimen belga.

Esto preocupa a la Federación de Empresas Belgas (FEB). "El problema del sistema italiano es que no elimina la discriminación fiscal" entre deuda y fondos propios, dice Jean Baeten, responsable de registros fiscales en la FEB. Más bien, "se trata de un sistema para estimular el incremento en los fondos propios."

La Comisión se negó a confirmar oficialmente su preferencia por el sistema, porque el tema todavía no está del todo resuelto.